Un total de 38 funcionarios tiene el Servicio de Atención
Médico de Urgencias (Samu) Costa, que abarca los
Servicios de Salud Concepción, Arauco y Talcahuano.
24 radioperadores, ocho
enfermeros y seis médicos
forman parte del personal
que atiende los requerimientos de un millón 300
mil personas distribuidas
en 19 comunas.
Funcionarios clave son los conductores de ambulancia, quienes no solo deben contar con licencia profesional, sino también con cursos relacionados al área de salud y cuyo trabajo se ha modificado en el contexto de la pandemia.
Héctor Ruiz es uno de ellos. Trabaja en Samu Concepción y señaló que viene de terminar un turno de 24 horas. “Tengo 15 años de experiencia y llevo 4 años en Concepción. Con esta pandemia, los turnos son más duros que antes, pero el contexto lo amerita”.
“Esto fue lo que elegí. Siempre digo que estoy para aliviar dolores y salvar vidas con las manos en el volante. Puede sonar cursi, pero es la verdad”, indicó.
Ruiz explicó que hay tres tipos de móvil. “Están los básicos, compuestos por un conductor y un paramédico; los híbridos, cuyo equipo lo conforman un enfermero, un paramédico y un conductor; y el móvil avanzado que lo tripula el conductor más dos enfermeros. Las diferencias son en equipamientos, en términos generales”.
El trabajador explicó que “tenemos que estar atentos a todo lo que pueda pasar. El paramédico está preocupado del paciente y yo de lo que pueda ocurrir alrededor. Igual lo ayudamos a preparar los elementos que se utilizan”.
Respecto al coronavirus, señaló que “cualquier paciente que tenga un problema respiratorio o que presente síntomas como fiebre o cefalea, se aborda como si se tratara de un paciente con covid-19, aunque después se pudiera descartar con el examen PCR”.
Francisco Conejero, de Samu Talcahuano, maneja una ambulancia avanzada. “No es que hayan aumentado tanto las salidas, pero sí la complejidad. Los tiempos por cada paciente aumentan, ya que una vez que terminamos con uno, viene el proceso de la sanitización del vehículo y eso toma tiempo”, contó.
Asimismo, señaló que le ha tocado trasladar pacientes Covid-19 en varios puntos. “Sea desde la vía pública, el aeropuerto o el domicilio hacia el hospital. Me ha tocado llevar gente que no ha cumplido con la cuarentena y personas que llegan desde otras regiones”.
El conductor indicó que igual hay mucha preocupación por sus familias. “Extremamos las medidas de seguridad, pero igual está el miedo. Mis hijos están con mi mamá y los veo por video llamada”, dijo.
Belfor Carrizo trabaja en el Samu Costa, es técnico en enfermería de nivel superior y sostuvo que “nuestra labor como conductores no es solo trasladar gente. Hay que tener mucho conocimiento”.
Destacó la coordinación con el resto del equipo cuando se trata de trasladar pacientes Covid y contó que “la sanitización de la ambulancia dura entre una hora y media y dos horas, así que el vehículo queda fuera de combate durante ese tiempo”.
Añadió que “de repente salen llamados de urgencia para consultar por una persona que está con compromiso de conciencia o que tiene mucha dificultad respiratoria. Luego, cuando llega el personal da cuenta de que tiene una sintomatología de Covid”.
Felipe Sanhueza es paramédico y contó que “en el contexto de Covid tenemos dos accesos para creer que un paciente tiene el virus. El primero es que todos a quienes trasladamos son casos sospechosos hasta que se demuestre lo contrario. El segundo es cuando tenemos pacientes confirmados que son trasladados de un hospital a otro o desde un Cesfam. Ahí nos llaman desde el centro regulador y preparamos la ambulancia”.
Señaló que “los móviles se adaptan. Lo que se hizo fue forrar el vehículo con nylon para evitar la contaminación. Si el paciente estornuda, el virus queda en ese material”.
La mayor complejidad es al ir a los domicilios, según Sanhueza. “Ahí nadie nos dice si tienen Covid o no. Nos hemos encontrado situaciones en que hay una familia completa contagiada pero que no nos dan aviso inmediato, sino posteriormente. Ahí el procedimiento es más engorroso”.
En ese sentido, fue tajante al señalar que “detectamos temor por un lado e ignorancia por el otro. Hay pacientes que creen que el virus no es real y algunos que piensan que el coronavirus no les hará daño”.
El trabajo y esfuerzo de los funcionarios del Samu fueron destacados por el director del Servicio de Salud Concepción, Carlos Grant, quien afirmó que “felicito su alto compromiso permanentemente”.
Funcionarios clave son los conductores de ambulancia, quienes no solo deben contar con licencia profesional, sino también con cursos relacionados al área de salud y cuyo trabajo se ha modificado en el contexto de la pandemia.
Héctor Ruiz es uno de ellos. Trabaja en Samu Concepción y señaló que viene de terminar un turno de 24 horas. “Tengo 15 años de experiencia y llevo 4 años en Concepción. Con esta pandemia, los turnos son más duros que antes, pero el contexto lo amerita”.
“Esto fue lo que elegí. Siempre digo que estoy para aliviar dolores y salvar vidas con las manos en el volante. Puede sonar cursi, pero es la verdad”, indicó.
Ruiz explicó que hay tres tipos de móvil. “Están los básicos, compuestos por un conductor y un paramédico; los híbridos, cuyo equipo lo conforman un enfermero, un paramédico y un conductor; y el móvil avanzado que lo tripula el conductor más dos enfermeros. Las diferencias son en equipamientos, en términos generales”.
El trabajador explicó que “tenemos que estar atentos a todo lo que pueda pasar. El paramédico está preocupado del paciente y yo de lo que pueda ocurrir alrededor. Igual lo ayudamos a preparar los elementos que se utilizan”.
Respecto al coronavirus, señaló que “cualquier paciente que tenga un problema respiratorio o que presente síntomas como fiebre o cefalea, se aborda como si se tratara de un paciente con covid-19, aunque después se pudiera descartar con el examen PCR”.
Francisco Conejero, de Samu Talcahuano, maneja una ambulancia avanzada. “No es que hayan aumentado tanto las salidas, pero sí la complejidad. Los tiempos por cada paciente aumentan, ya que una vez que terminamos con uno, viene el proceso de la sanitización del vehículo y eso toma tiempo”, contó.
Asimismo, señaló que le ha tocado trasladar pacientes Covid-19 en varios puntos. “Sea desde la vía pública, el aeropuerto o el domicilio hacia el hospital. Me ha tocado llevar gente que no ha cumplido con la cuarentena y personas que llegan desde otras regiones”.
El conductor indicó que igual hay mucha preocupación por sus familias. “Extremamos las medidas de seguridad, pero igual está el miedo. Mis hijos están con mi mamá y los veo por video llamada”, dijo.
Belfor Carrizo trabaja en el Samu Costa, es técnico en enfermería de nivel superior y sostuvo que “nuestra labor como conductores no es solo trasladar gente. Hay que tener mucho conocimiento”.
Destacó la coordinación con el resto del equipo cuando se trata de trasladar pacientes Covid y contó que “la sanitización de la ambulancia dura entre una hora y media y dos horas, así que el vehículo queda fuera de combate durante ese tiempo”.
LLAMADAS VITALES
Los radioperadores son los primeros en recibir los llamados de las personas que requieren una urgencia. “Han aumentado mucho los llamados para hacer consultas médicas sobre el coronavirus. La recomendación es llamar a los números de Salud Responde (600 360 7777) y no colapsar el 131, que es sólo para llamados de riesgo vital”, subrayó Katherine Ogueda.Añadió que “de repente salen llamados de urgencia para consultar por una persona que está con compromiso de conciencia o que tiene mucha dificultad respiratoria. Luego, cuando llega el personal da cuenta de que tiene una sintomatología de Covid”.
Felipe Sanhueza es paramédico y contó que “en el contexto de Covid tenemos dos accesos para creer que un paciente tiene el virus. El primero es que todos a quienes trasladamos son casos sospechosos hasta que se demuestre lo contrario. El segundo es cuando tenemos pacientes confirmados que son trasladados de un hospital a otro o desde un Cesfam. Ahí nos llaman desde el centro regulador y preparamos la ambulancia”.
Señaló que “los móviles se adaptan. Lo que se hizo fue forrar el vehículo con nylon para evitar la contaminación. Si el paciente estornuda, el virus queda en ese material”.
La mayor complejidad es al ir a los domicilios, según Sanhueza. “Ahí nadie nos dice si tienen Covid o no. Nos hemos encontrado situaciones en que hay una familia completa contagiada pero que no nos dan aviso inmediato, sino posteriormente. Ahí el procedimiento es más engorroso”.
En ese sentido, fue tajante al señalar que “detectamos temor por un lado e ignorancia por el otro. Hay pacientes que creen que el virus no es real y algunos que piensan que el coronavirus no les hará daño”.
El trabajo y esfuerzo de los funcionarios del Samu fueron destacados por el director del Servicio de Salud Concepción, Carlos Grant, quien afirmó que “felicito su alto compromiso permanentemente”.