Sensaciones encontradas son las que
expresan los comerciantes penquistas ante el
eventual establecimiento
de cuarentena total en el
Gran Concepción. Aseguran que la medida sería positiva desde el punto de
vista sanitario, pero que
ello traería aparejado un
número importante de
problemas económicos,
entre los que mencionan
la imposibilidad de pagar
sueldos y arriendos.
Ricardo Bastías, de Emporio Alemán, señaló que en caso de no poder trabajar por una medida de este tipo tendrán aún más problemas de los que se les han presentado desde el estallido social a la fecha, periodo en el que, asegura, ha debido despedir a siete personas.
Es por ello que sostuvo que, en caso de una cuarentena obligatoria, “tendremos que cerrar el local, porque así como estamos, estamos rasguñando para pagar los sueldos, impuestos y gastos de mantención”.
Jorge Rebello, dueño de Be Freak, indicó que por su rubro (venta de figuras coleccionables), un probable decreto de cuarentena obligatoria no sería tan perjudicial, ya que “no son artículos de primera necesidad y se venden bastante por internet”.
Pese a ello declaró que esta posibilidad acarrearía dificultades sobre todo para los pequeños empresarios, lo que se vería reflejado en ítems como el pago de los arriendos en los locales del centro de Concepción, cuyo valor es “carísimo”, declaró.
Por su parte, Patricio Cornejo, artesano local, se manifestó contrariado ante la idea de una cuarentena total, entendiendo que “estaría muy bien por la salud de las personas para que se mantengan en sus casas, pero para mí que salgo a trabajar, a vender, no me beneficiaría, al vivir del día a día no más”.
De todas formas indicó que de seguir la tendencia al alza en los contagios, lo más correcto por el beneficio de la comunidad sería aumentar las medidas de control y que solo quedaría respetar firmemente dichas instrucciones.
Desde la Cámara de Comercio penquista, su presidenta Sara Cepeda reiteró el llamado al público en general a que se queden en sus casas y “no anden paseando por el centro, salvo extrema necesidad”, evitando así mayores contagios y una posible cuarentena total.
El presidente de la Cámara de Comercio chillaneja, Alejandro Lama, sostuvo que en el caso de la capital de Ñuble se volcaron al trabajo vía web con el “mall virtual” y que tras felxibilizarse las medidas sanitarias firmaron “un protocolo con la Intendencia, que establece una metodología de como atender, la distancia social, el marcar los locales y el aforo de estos. Una serie de normas internas a seguir por los locatarios y los clientes, y eso se ha ido cumpliendo bastante bien”, aseguró.
Ricardo Bastías, de Emporio Alemán, señaló que en caso de no poder trabajar por una medida de este tipo tendrán aún más problemas de los que se les han presentado desde el estallido social a la fecha, periodo en el que, asegura, ha debido despedir a siete personas.
Es por ello que sostuvo que, en caso de una cuarentena obligatoria, “tendremos que cerrar el local, porque así como estamos, estamos rasguñando para pagar los sueldos, impuestos y gastos de mantención”.
Jorge Rebello, dueño de Be Freak, indicó que por su rubro (venta de figuras coleccionables), un probable decreto de cuarentena obligatoria no sería tan perjudicial, ya que “no son artículos de primera necesidad y se venden bastante por internet”.
Pese a ello declaró que esta posibilidad acarrearía dificultades sobre todo para los pequeños empresarios, lo que se vería reflejado en ítems como el pago de los arriendos en los locales del centro de Concepción, cuyo valor es “carísimo”, declaró.
Por su parte, Patricio Cornejo, artesano local, se manifestó contrariado ante la idea de una cuarentena total, entendiendo que “estaría muy bien por la salud de las personas para que se mantengan en sus casas, pero para mí que salgo a trabajar, a vender, no me beneficiaría, al vivir del día a día no más”.
De todas formas indicó que de seguir la tendencia al alza en los contagios, lo más correcto por el beneficio de la comunidad sería aumentar las medidas de control y que solo quedaría respetar firmemente dichas instrucciones.
Desde la Cámara de Comercio penquista, su presidenta Sara Cepeda reiteró el llamado al público en general a que se queden en sus casas y “no anden paseando por el centro, salvo extrema necesidad”, evitando así mayores contagios y una posible cuarentena total.
EXPERIENCIA VECINA
Quienes ya vivieron la experiencia de un cordón sanitario y una cuarentena son los comerciantes del centro de Chillán.El presidente de la Cámara de Comercio chillaneja, Alejandro Lama, sostuvo que en el caso de la capital de Ñuble se volcaron al trabajo vía web con el “mall virtual” y que tras felxibilizarse las medidas sanitarias firmaron “un protocolo con la Intendencia, que establece una metodología de como atender, la distancia social, el marcar los locales y el aforo de estos. Una serie de normas internas a seguir por los locatarios y los clientes, y eso se ha ido cumpliendo bastante bien”, aseguró.